TIBIOS Y SUAVES
- Carolina Idrogo
- 18 sept 2016
- 1 Min. de lectura

Es un deseo genuino que toques a mi puerta cuando ya no hay nada que esperar
A veces me quedo sorda a ver si de esa manera puedo distinguir la vibración del sonido de tu anhelo mudo
Abrí todas las ventanas para que todo lo tuyo fuese arrastrado por el viento, lo que no me percaté es que su fuerza venía en dirección de retorno
No existe hora que mi pensamiento no toque los tuyos
Mi mayor deseo es que vueles alto, pero no conmigo ni sin mi, porque la ironía es que yo seré siempre la fuerza que impulse tus alas
Calladamente he gritado, por qué tú, por qué nunca, por qué siempre, y he susurrado muy para mi....por qué ahora?
Nunca hubo nada que me causara más ruido que tu silencio
El tiempo nunca ha sido nuestro aliado, pero un día coordinó para nosotros la misma hora y nos reencontramos
Y lamento haberme tropezado con tu hola, cuando ya yo era un adiós
Por más que intento encontrarte en otros ojos, nunca sucede...sin embargo, cuando me miro al espejo si te encuentro en los míos
Te he amado sin que lo imagines, te he querido sin que lo percibas,
te he llorado sin que lo palpes, pero cuando te olvide lo notarás
























Comentarios