HERIDAS EMOCIONALES

Todos los días estamos expuestos a rompernos, inclusive a acobardarnos de sentirnos muchas veces avergonzados de ser vulnerables. Pero resulta que todos somos vulnerables al dolor, inclusive al ajeno. Nos hemos roto y reconstruido tantas veces para volver a sentirnos completos.

Todo el que pasa o lo que pasa por nuestras vidas he llegado a creer que lo hemos atraído por la sencilla razón de que no podemos vernos con más valentía y claridad que cuando lo hacemos a través de los demás. Todos tenemos heridas emocionales ocultas o curadas, que una vez tocadas, funcionan como alarmas cuando las activan y aparece un encendido de color rojo que te dice alerta, y comienza una travesía que no todos son capaces de confrontar o de reconocer. Todos absolutamente todos somos el reflejo de alguien parecido a nosotros y en lo diferente también se halla mucha verdad. Nos aferramos a la idea de querer siempre creer que todo está en orden, pero he comprendido que solo en el caos o en tiempos de crisis, es que logramos ser nosotros mismos, de mirarnos así sea a solas, pero nunca se logra en la zona de confort.

Creo que nada de lo que nos afecta o nos dicen los demás tiene realmente que ver directamente con nosotros mismos excepto el poder que le demos, pienso que solo nosotros conocemos nuestra intrínseca verdad y pasamos la vida sin mostrar la verdadera cara de nuestro precioso ser. Pocos son los que nos llegan a conocer, y siguen siendo pocos los que nos logran mirar. Que triste que la naturaleza humana esté, estemos, tan rota tan transgredida que no experimentamos vivir con nuestra auténtica cara, sin miedo a que sean visibles las cicatrices, las heridas emocionales, nuestra legítima y sublime vulnerabilidad y se mantiene una especie de vestimenta, como una época que ya no existe, un traje de armadura de acero, montado sobre un caballo que debería ser sus propias piernas ante una batalla que solo se crea en nuestra poderosa mente. Y temo decir que por ello, las personas no se miran, no se sinceran, no se sienten y mucho menos se permiten amar y ser amados.

#heridas