Recorrido
- Carolina Idrogo
- 7 dic 2016
- 1 Min. de lectura
Me puse en tus zapatos tantas veces
me coloqué dentro de tu mirada
quería saber lo último que mirarías cada vez que te acostabas
fui tu sombra y tu lejanía,
hasta tu canción
No tuve tiempo de decirte quién era yo
solo conociste mi vestimenta
mi forma de reír, de volar y hasta de soñar
pero nunca descubriste mis cicatrices
ni mis miedos, ni lo que me aturdía en mis noches de insomnio
Yo me adentré en tus más hermosos anhelos
até hilos y lazos que me acercasen a ti
ingenuamente volví a creer lo que no era posible
nunca pudiste estar dentro de la medida de mis zapatos
por ello
nunca podrías saber ni entender lo que yo sentía
lo que ofrecía sin condición alguna,
nunca pisaste por donde yo pisé,
si ya sé, no eran tus zapatos
Quise abrazar tus inquietudes, enredarme en tus cabellos
reír contigo hasta morir
derretir el hielo del calor de tanta pasión desmedida
yo era un espejo roto
por eso pienso no podías mirarlo de frente
era una muñeca de porcelana
frágil si, rota si
pero entera en el amor
No creíste en mi
porque no creíste en ti
y mi equipaje ha sido muy pesado
por ello lo he dejado en el camino
y seguir liviana
sin kilómetros, siendo nuevamente yo, posible
volver a dejar nacer una sonrisa en mis labios
a pesar de ti y de mi
siempre queriéndote a mi manera
a pesar de la gran mentira que quizás
fuiste, o fuimos...

























Comentarios